Al MAESTRO con cariño…

Hoy falleció Mario Benedetti.

La tristeza es inmensa y no encuentro las palabras que la signifiquen.

Sólo queda el consuelo de la herencia que nos deja, su obra, su lucha, su ejemplo, en definitiva el consuelo de su Vida…

Testigo de uno mismo



¡que entre la luz y que entre el aire,
el aire que es el más fiel testigo de la vida!

JAIME SABINES


No sólo el aire fiel / también nosotros
somos testigos de la vida entera
la vemos transcurrir deshilachada
gozosa o muriéndose de pena


pasan mezclados / hechos y desechos
y nos dejan sin fe y hablando a solas
con más de una tristeza en la mochila
y admirando la espuma de las horas


todo convoca en los alrededores
todo es símbolo de algo que se quiere
y si el alma se pone a echar de menos
sobre todo convoca a los ausentes


somos vigías del amor y el odio
si perdemos el tiempo / lo ganamos
con las meditaciones como nubes
que tratan de acercarnos lo lejano


así y todo vamos quedando limpios
de miedos y parodias de coraje
y el peligro del mal que está de luto
lo vemos a través de los cristales


risa o llanto / silencio o barahúnda
competimos con el aire más fiel
y ya que al fin el poeta se despide
somos testigos de uno mismo / amén

MARIO BENEDETTI

…Maestro, como ayer, como ahora

y como siempre estarás en mi corazón…

Cadena de poesía por Benedetti

“El susto fue grande, Mario Benedetti estaba en el hospital y su estado era considerado grave.  Ángel González se nos fue casi sin aviso, en una fría madrugada de enero.  Que ahora la vida de Benedetti estuviera en peligrobenedetti allá en su distante Montevideo era algo que la preocupación aquí despertada no se resignaba a aceptar.  Y, con todo, nada podíamos hacer.  ¿Enviar telegramas, a la antigua usanza? ¿Mandar recados a través de algún amigo? ¿Rezar una oración por su pronto restablecimiento, si con eso no fuésemos a provocar la ira laica de Mario? Pilar encontró la solución. ¿Qué era, en verdad, Mario Benedetti, qué había sido él en toda su vida, mucho más que las múltiples profesiones ejercidas?  Poeta. Entonces arranquemos sus poemas de la inmovilidad de la página y hagamos con ellos una nube de palabras, de sonidos, de música, que atraviesen el mar atlántico (las palabras, los sonidos, la música de Benedetti) y se detenga, como una orquesta protectora, delante de la ventana que está prohibido abrir, acunándole el sueño y haciéndolo sonreír al despertar.  A los médicos algo se les debe, reconozcámoslo, pero nosotros, todos los que alrededor del mundo hemos dado nuestra contribución personal, juntando poemas de Benedetti a los poemas de Benedetti, también hemos tenido parte en el trabajo. 

Mario Benedetti está mejor.  Leamos entonces un poema suyo.” ( José Saramago)

 

 

Oda a la pacificación

 

 

No sé hasta dónde irán los pacificadores con su ruido metálico

      de paz

pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas

      contra la pacificación

y hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no

      quieren ser pacificados

cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar

y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro

es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser

      pacificado por la espalda

o algún estúpido que se resiste a la pacificación a fuego lento

en realidad somos un país tan peculiar

que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.

Parte de mi

Soy hidalgo caballero andante,

Rocinante flaco que lleva.

open_doorMolinos que son gigantes

y dama triste que espera.

-

Soy río en largo camino,

ojo sabio que interroga.

Naufragios en mares bravíos,

generales que viven y lloran.

-

Soy carta que burla a la muerte,

abuela que sueña mañanas,

corazón que signa la suerte

y nieta que busca su alma.

-

Soy espíritus, Macondo, afrentas,

laberintos, amores, villanos.

Historias mágicas, leyendas

y poemas de libros en mano.