
Mi corazón es
...
Un laberinto frondoso,
inescrutable e infinito...
Llega a la encrucijada
y se abre en otros destinos.
Busca, elije, cae, avanza,
encuentra y sigue el camino...
Sus ojos no mienten, lo sé...
Los he visto esperanzados y sublimes, aguardando el futuro, lo que está por venir.
Su bondad y su inocencia se transmiten ligeras por el aire y llegan como bendiciones a mis playas lejanas y sedientas de fortaleza y de fe.
Yo, aquí las espero expectante, sorprendida, como niña pequeña... Y sigo adelante, cada segundo, de cada día, como ella me enseñó ...
Y sigo... Buscando destinos, tratando de esquivar marejadas y tirando botellas al mar plenas de mensajes piadosos, aprendidos de su boca...
Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.
Julio Cortázar