Eso que aprendí

 Aprendí a entender, a veces lo inentendible.

Aprendí a no escuchar las excusas propias y ajenas, son innecesarias.

Aprendí que el dolor desgarra pero dificilmente es entendido.

Aprendi a amar sin tocar, sin desear, ni anhelar.

Aprendí de miradas que expresan sin mediar palabras.

Aprendí a esperar, desesperando y a veces sin desesperar.

Aprendí de cárceles y reflejos.

Aprendi de caballos que no tienen alas pero igual vuelan sobre las montañas y los ríos.

Aprendí de roces y brazos y abrazos.

Aprendí las muecas y el llanto sin rebelión.

Aprendí de luces y sutilezas.

Aprendí sobre el amor incondicional y el asombro.

Aprendí a volver la mirada atrás y poner flores en donde había frío.

Aprendí del sol. Aprendí de mujeres, hombres y niños.

Aprendí a ser mamá y disfrutar, aún en el caos de una casa desordenada.

Aprendí de Almas y Espíritus .

Aprendí a besar con ternura y a abrazar manos como lo hicieron conmigo.

Aprendí miles de cosas infinitas que he ido olvidando.

Todo lo que soy es lo que aprendí que es alimento para el sol que llevo dentro.

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